Yolanda-Carrillo-Vazquez

Yolanda Carrillo Vázquez / Edición 30 «ETERNIDADES»

En portada de ETERNIDADES : Sagaz, Carlos Alberto Jacanamijoy Quinchoa.

LA REINA PRETA

     Transitaban pocos autos por la amplia calle rodeada de casas acolmenadas, de puertas repetidas y ventanas seguidas unas de otras. En las paredes, entre grietas y raspones, asomaba a trancos el tinte original, mostrando el esplendor añejo.

     Un zaguán de portones endebles interrumpía la uniformidad de los hogares como si fuera pozo oscuro repleto de secretos. De su interior salían desbocados niños deshilachados, arrastrando zapatos heredados y overoles sostenidos por un botón inexistente. Y emergían sus padres, ausentes hasta que la luz se ocultaba, y quedaban sus madres con olores a frito y mandil como vestimenta cotidiana.

     Ahí vive Petra. Preta para los pequeños que apenas articulan nombres.

     Preta, diminuta, con su falda de todos los días, de cuadros desvaídos, y un remedo de sueter por todo abrigo, mira los juegos de los niños en espera de ser invitada. Se sienta al borde de la banqueta, en sorbo continuo por resfriados que no se van nunca. A veces, cansada de impedir lo inevitable, mucosidades triunfantes brillan su carita morena.

     Casi no habla, en cambio sonríe siempre. Es la más pequeña de su casa, poblada de hermanos varones en aparición perfecta a este mundo de un año a otro cada uno de ellos.

     A la calle acuden todos, ahí se respira y los movimientos pueden ser amplios, ligeros, y los anhelos se hacen casi realidad. Chiquillos convertidos en choferes y aviadores son coreados por otros transformados en cantantes gangosos. Las niñas, en cambio, son comerciantes que trituran caramelos para repartirlos en trozos de papel periódico; pasean muñecos con gestos de maternidad temprana, conversan entre ellas y miran a los niños, comprometidos desde ahora a una seriedad no deseada.

      Pequeños seres repetidores de oficios imitados hasta la saciedad.

     Por suerte los sueños persisten, aletean en banquetas, inquietan y deslizan sus quimeras en esos oídos niños, y, ¿quién podría saberlo? ¿Acaso impregnarán vidas futuras?

     Una tarde tantas descubrieron unas cajas de jabones olvidadas. Etiquetas viejas y rasgadas así lo decían: “Pastillas aromáticas para baño”. ¡Unos vehículos asombrosos! ¡Eso eran!

     Se iniciaron los viajes y las competencias de velocidad ensalzadas por los más grandes. Rechinidos en aceras acompañaban los breves recorridos.

     Acudieron asombrados ante semejante descubrimiento los más pequeños, y la calle insistió en su fiesta hasta que la luz se desvaneció y clamores maternos los movieron a otra realidad.

     Días y días las banquetas sonaron a vivas y estruendos regocijados, hasta que una voz de niña se escuchó más fuerte: ¡Coronemos a una reina! Cada rostro se unió a la búsqueda de esa reina, se miraron, voltearon… y se detuvieron en Preta, la más pequeñita, la que casi no hablaba, la de la sonrisa suave. ¡Sí! ¡Ella!

     Al día siguiente empezaron los preparativos. Papel cortado y pedazos de telas coloridas forraron una caja convertida en trono. Fragmentos de utensilios amarrados con cordeles prometían suficiente escándalo para anunciar el evento.

     Listo el vehículo, subieron a Preta con su vestido eterno, con su manía constante de sorber y sorber, y esa sonrisa suya instalada para desafiar al mundo.

     Los niños mayores cargaron el cajón vestido, y Preta ya al aire, obedeció la instrucción de saludar a todos. Adiós, adiós, decía su manita tendida, adiós, adiós, su melena rebelde, y ese gesto de su carita rendido a la dicha instantánea también dijo adiós.

     Ese fue el día en el que Petra fue reina. Ese fue el día en el que Preta reinó y dijo adiós.

LA REINA PRETA

 Yolanda Carrillo Vázquez (México ). Estudió Literaturas Hispánicas en la universidad de Sonora, México. Estudios de posgrado en Pedagogía Terapéutica, Potenciación Creativa. Participante en antologías de microrrelatos en las editoriales Academia de escritores y Diversidad Literaria. Libros: » Cuando la tierra aún era blanda», adaptación literaria de 12 relatos indígenas de Sonora, 2005.»La Niña», relatos publicados por Caligrama, 2018. Diversos relatos publicados en Revista Literaria Pluma, Red de Escritores y escénicas Potosí, Mundo de Escritores , etc. Productora de documentales y material educativo multisensorial. Desde hace 20 años dirige el Centro Tomatis de Sonora.

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