
Con aroma de montaña
La casa de Marta Ligia Muñoz está ubicada en la vereda Boquerón, un lugar donde la niebla es un habitante continuo y aves como el barranquero, la soledad, el carriquí y múltiples especies de colibríes visitan sus alrededores desde que amanece. Su predio está rodeado, como los castillos antiguos, por un pequeño riachuelo canalizado en piedra y sus guardianes son un grupo de perros pequeños que ladran estrepitosamente a quien llega.