Por: Luis Eduardo Cano Alvarez
La realidad de la poesía y su profunda función es develada después de que se despoja a la palabra de su carácter conceptual. Este carácter siempre tiende a ocultar el poder de la palabra poética y a darle valor a la función semántica, tan cara para la ciencia, que también resulta bastante costosa en la sociedad actual, tan débil para digerir la aplicación de la psicología para las masas.
Desde mi última vida la guerra ha enredado el sueño
Y el peso de lo trivial se agita loco
En la envoltura de las cosas más pequeñas.
Quisiera un laberinto parecido a ti
Algo inundado y con fantasmas
Abrumado por las rosas siniestras.
El carácter utilitario en el que se ha fijado la función social de la palabra , en esta avanzada civilización de la tecnología y la ciencia, de la economía y de la velocidad, ha llevado a un desprestigio y sub-valoración de la poesía. Este estado actual de la poesía y su importancia desvanecida a nivel social, espiritual, académico y científico, parece que sirve para mostrar el estado actual del hombre para cuya acción verdadera el lenguaje no constituye sino una de las ilusiones que enajena su libertad.
Desde la moderna intervención iluminas el mundo
Con las señales inversas de tenebrosa estrella
Esta noche será eterna en tu impaciente nada
-Conozco de sobra la ruta de tu afilada chispa-
No hace falta preguntar a tanto muerto ambulante.
Si me perdiera los ciegos me llevarían a la fuente.
Volver a la humanidad
La palabra poética es esa que nos devuelve a la realidad, la que nombra y la que muestra al mundo sin el determinismo artificioso de la dimensión conceptual; que lo muestra en la medida que activa las percepciones no incluidas en el orden social imperante. Es cierto que la poesía no aspira a una verdad definitiva, ni a estar al servicio de la mentira, mucho menos es de esperar que colabore con una visión unidimensional, sea ésta política, económica, religiosa o social.
Cada acción punzada y contagiada comienza a preguntar
Tragedia que engalana la absurdidad de cualquier búsqueda
Con todo ello hay el aprendizaje que la escuela nunca soñó alimentar
Alguien habría descubierto la simetría y la extensión de la materia
Pero el gran arcano inmaculado permanece resonando sin salida.
Para esto el despliegue del lenguaje y de la representación del mundo puede encontrar de qué nutrirse bajo las diversas fábricas que masifican la dominación del hombre por el hombre. En esta sociedad la tiranía hace su empresa con banderas de piedra, esa dura piedra que organiza los sistemas de valores del mundo: ciencia, tecnología, economía, política, cultura, salud.
Revelar los poderes secretos
La palabra po-ética , lejos de perseguir los fines de la explotación y del sometimiento conceptual, apunta más bien a revelar los poderes secretos de la percepción, de la naturaleza y de nuestra relación con el mundo del otro, ese otro en cuyo juego poético y creador se encuentra la raíz de nuestra humanidad.
Y es precisamente en esta época en la que la relación del hombre con el mundo y con su semejante es problemática e incluso mortífera, en la que se hace necesario traer a la superficie la función de la poesía. Porque esa iniciativa es ya poner en camino definitivo al hombre actual hacia la comprensión y al poder real de la palabra poética.
Es en esa vía donde la tierra es habitable en su esencial dimensión. Este habitar poético del hombre lo descubre en su relación al otro, como aspecto indispensable de su esencialidad como humano, al tiempo que lo pone en relación con su finitud y la finitud de todo lo real.
Neófito tuyo puedo ser así
Amante latino también
Y un secreto religioso
Capucha de los relámpagos
Prófugo al despertar
Cuando tus ojos de li-verdad
Me hacen sentir
Que no estoy solo
Y tan cruel la superstición
Vagando me encuentra
Cerca de tu plural ombligo.