saberes

PERDÓN Y RECONCILIACIÓN

La cultura de la paz se funda en acciones de reconocimiento comunitario y de comunicación asertiva que posibilitan escenarios para el encuentro. Ante una sociedad que, continuamente, crea conflictos y enfrenta a los individuos a situaciones de riesgo moral y ético, una de las alternativas más eficaces y difíciles de realizar es el perdón y la reconciliación.

Para perdonar es necesario partir de una voluntad propia, por tanto, es un ejercicio de la libertad que hace que el individuo sea capaz de afrontar las heridas ocasionadas por un agresor individual o social. Asumir el dolor implica en la mayoría de los casos el reconocimiento de la violencia y del dolor como una situación que es posible superarse. Así, el recuerdo sin dolor nos hace surgir de nuestros miedos y traumas con argumentos emocionales capaces de transformar nuestro ser y del entorno inmediato.

(Los conflictos surgen de la lucha de intereses, en la imagen Macarena Flores y Juliana Monsalve escenificando un conflicto).

Cuando podemos perdonar al otro como un agente presente en nuestras vidas o como un recuerdo agresor, liberamos el dolor y damos paso a la sanación personal y social. En este sentido, la comunicación y el poder de las palabras son esenciales para articular la vida personal y la vida comunitaria.

La reconciliación surge, entonces, como la apuesta por trascender lo personal y hacer acuerdos más o menos compensatorios que buscan crear justicia y reparar de alguna manera el daño ocasionado. Esto claramente nos obliga a dejar el ego y la venganza emocional e irracional con la que a veces asumimos las situaciones cotidianas.

(El perdón surge desde la voluntad y la libertad de ser).

En nuestro corregimiento San Cristóbal asistimos a dinámicas sociales y comunitarias donde los actores armados, la violencia organizada, las afrentas al interior de las familias y los conflictos entre personas nos exigen dar respuestas día a día a las situaciones de tensión como los dramas ocasionales que se presentan entre vecinos, las situaciones de discriminación y exclusión, la apatía y la desconfianza generalizada.

Para ello, la comunicación basada en el encuentro tú a tú es fundamental para crear puentes de perdón y reconciliación, las palabras positivas y las conversaciones que con respeto y juicio podemos realizar, conducen a la construcción de una verdadera cultura de paz.

Composición audiovisual

Ante una cultura de la violencia, de la corrupción moral y social, la comunicación basada en el encuentro propone estrategias y habilidades fundamentales para la convivencia ciudadana y la sanación espiritual. Una posibilidad fundamental es la que se relaciona con la resiliencia y, especialmente, con la habilidad de perdonar.

(En el encuentro podemos resolver los conflictos y avanzar hacia la cultura de la paz).

Cuando nos damos cuenta de las responsabilidades que tenemos como agentes activos o pasivos, cuando revisamos nuestra historia personal y comunitaria y, en especial, cuando hacemos a un lado nuestro egoísmo en pro de soluciones que impliquen lo personal y social, entonces descubrimos que tenemos la habilidad de perdonar y ser perdonados.

Pero no solo el perdón y la reconciliación nos ayudan a crear una mejor relación entre seres humanos. En San Cristóbal, el perdón y la reconciliación implican también apostarle a una relación más grata y enriquecedora con la naturaleza. Reconocer el maltrato animal y la destrucción del medio ambiente implica poner en marcha acciones emocionales y contratos espirituales que nos reconcilien con la fauna y la flora.

Composición sonora

(Realizada en el Centro Educativo Travesías El Morro).

En todo caso, las palabras pueden no solo hacer daño y acompañar a las acciones de violencia y a situaciones traumáticas, sino también resignificar y redefinir esas acciones y convertir a los actores implicados en sujetos del cambio, en agentes capaces de construir paz, en tejedores del futuro y reconciliadores del pasado.

Pero el perdón y la reconciliación implican un esfuerzo constante a nivel individual y social, reclaman una comunicación basada en la humanidad y no en la técnica, una palabra que pueda ampliar el horizonte y producir cambios positivos sin olvidar la justicia, pues la justicia nos llama a la reconciliación teniendo garantías de derechos y dignidad.

Comparte este contenido

Share on facebook
Facebook
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on twitter
Twitter

Deja un comentario