La comunicación para la cultura de paz desde un enfoque de la no violencia prioriza la formación, la ética, el encuentro, el diálogo, la participación de las nuevas generaciones y el intercambio de saberes. Las voces del futuro se plasman en contenidos sonoros orientados al reconocimiento positivo del otro, a la protección del medio ambiente, al cuidado del patrimonio, el respeto por las diferencias y la tolerancia.
La educación integral para la cultura de paz se enfoca en las relaciones creativas que surgen del encuentro, la imaginación y la experimentación hacen parte de una dimensión ética en la que podemos vincular las experiencias y habilidades de los que nos rodean.